Cuando empezamos un emprendimiento nos asaltan las dudas:
¿Cómo me doy a conocer?
¿Cómo consigo ventas?
¿Es mejor vender mucho y barato o poco y caro?
Y una larga lista de etc. Si necesitas ayuda para responder estas preguntas y definir las bases de tu negocio, podes hacerlo acá.
Si ya tenés definidos los cimientos de tu negocio, es momento de crear una estrategia de ventas.
Dicho de manera simple una estrategia de ventas son todos aquellos planes o acciones que una marca realizará para conseguir un beneficio monetario.
1. Definir tus objetivos y el plazo para cumplirlos
¿Qué querés lograr? ¿Desde qué punto estás partiendo?
Por ejemplo, si tu objetivo es facturar ARS 500.000 por mes en un plazo de 2 meses y, actualmente, estás facturando 10.000 mensuales, tal vez sea mejor plantearse un objetivo más realista.
Tal vez es mejor dividir tu objetivo más grande en pequeños objetivos trimestrales, semestrales o en un objetivo anual con sub objetivos a cumplir cada x meses.
A nosotros lo que nos sirve es definir el objetivo “grande” de ese año y luego asignar objetivos mensuales de modo tal que cumplir cada uno de esos nos acerque a lograr lo que queremos ese año.
2. Conoce a tu cliente a fondo
Es muy importante que tengas bien definidas:
-Las necesidades de tu cliente: ¿Qué necesita? ¿Cómo le gusta obtenerlo? ¿En dónde suele comprarlo? Una muy buena técnica para definir esto es realizar un buyer persona.
-Las posibles objeciones de compra: una venta es una negociación y, durante una negociación, debemos estar listos para hacerle frente a las dudas o inseguridades del cliente. De lo contrario, perderemos la venta.
Te sugerimos hacer una lista de cosas que pueden generar rechazo en tu cliente y preparar las respuestas a estas cosas.
Por ejemplo, si tu cliente no se siente seguro comprando online, explícale todos los pasos y cómo tu tienda online cuida la seguridad de sus datos. Si duda de la calidad, contale sobre el proceso de producción, cuánto duran en promedio los productos, etc.
-La sensibilidad al precio: Es decir, cómo el precio de tu producto o servicio influye en que tu cliente decida comprarlo o no. Saber esto te va a permitir saber, por ejemplo, hasta qué punto podes aumentar tus precios sin que tus clientes renieguen de ello.
Podes ir tanteando la reacción de tus clientes a los aumentos para darte una idea de si su sensibilidad al precio es muy alta.
3. Conoce las fechas de ventas “fuertes” y las temporadas bajas.
Si bien todos los meses las ventas pueden variar, la mayoría de los productos o servicios tienen meses donde hay “picos de ventas” y meses más flojos. Obviamente esto varía mucho de país en país y de cultura en cultura.
Por ejemplo: en Estados Unidos el 4 de julio se venden muchos fuegos artificiales y, en Argentina, es un día más.
A modo de referencia, te dejamos las fechas CLAVE que tenes que tener en cuenta si tu negocio está basado en Argentina.
Enero/febrero: Feriado de Carnaval.
Abril: Semana Santa.
Mayo: Día del Trabajador
Revolución de Mayo
Hot Sale
Junio: Día del Padre
Julio: 9 Día de la independencia
Octubre: Día del Respeto por la Diversidad Cultural
Halloween.
Día de la madre.
Noviembre:
Cyber Monday
Black Friday.
Diciembre:
Feriado del 8 (Día de la Inmaculada Concepción de María).
Navidad
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