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¿Sentís que no se te ocurren nuevas ideas? ¿Querés hacer algo nuevo pero no sabés cómo inspirarte? Si tu respuesta es sí, entonces este artículo es para vos.

Muchas personas creen que solamente los artistas necesitan ser creativos y eso no podría estar más alejado de la realidad. La creatividad es necesaria para poder crear nuevas formas de acercarte a tus objetivos; para crear algo que no exista (soluciones/productos) y para nunca dejar de disfrutar mientras hacés todo lo anterior.

Como personas que dirigimos nuestro negocio sabemos que, además de la creatividad, ser productivo es clave. Que hay que aprovechar el tiempo al máximo y que esto no siempre es fácil. Sobre todo si emprendés y tenés en paralelo otro trabajo; si tenés niños o familia a cargo… Lo entendemos perfectamente porque también estamos en esa situación. Ah y hablamos en plural porque quizás no lo sabías, pero en Citrus somos 2 personas. Luanda y Maximiliano.

Cada uno tiene su punto fuerte. El punto fuerte de Luanda es, justamente, la creatividad pero ella tiene un oscuro secreto:

“Siempre digo que la inspiración es maravillosa. Cuando las musas están de tu lado y estás inspirada, sentís que te fluyen las ideas de los poros, que podés crear lo que quieras y que todo te sale bien. Ese día podés pintar, dibujar, escribir o hacer lo que quieras porque producís cosas de calidad y (como estás inspirada) en cantidad. Pero ese estado hermoso tiene un problema: se termina. 

Yo divido la creatividad en dos momentos:

–La racha: el estado que les contaba antes. Maravilloso, potente, creativo. Conectado con tus motivaciones y tus ganas de crear.

–La sequía: el horror. Cuando la racha de creatividad se termina, viene lo que llamo “la sequía”. No se te cae una idea pero ni de casualidad. Sentís que no encontrás la forma de producir algo que esté bueno o que sea mínimamente útil. Las sequías pueden durar bastante tiempo y ser muy frustrantes.”

Ahora te preguntarás ¿cómo compatibilizar los altibajos creativos que todos tenemos y lograr siempre ser productivos? Bueno, justamente hoy te vamos a contar el método que, a costa de muchos golpes contra la pared, desarrolló Luan y después trajo a Citrus. Para que la creatividad nunca se agote y la productividad esté siempre de tu lado.

*La siguiente guía tiene pasos útiles tanto para quienes no tienen definidos sus objetivos de negocio /personales como para quienes sí. Es el método que nosotros usamos en nuestra agencia y que nos ayuda a poder usar los frutos de los períodos creativos en lo más conveniente o a siempre tener una idea creativa a mano, incluso en mitad de una sequía.

  • Paso 1: Tiempo cabeza. Qué es y cómo optimizar su uso.

El filósofo británico John Locke, padre del empirismo, creía que la mente era como un lienzo en blanco. Es decir, que, al nacer, no veníamos llenos de ideas, ni de pensamientos ni de nada, y que todo nuestro conocimiento del mundo se iba adquiriendo con la experiencia, moldeada a través de los sentidos. Locke decía que, al nacer, nuestra mente era como una “tabula rasa”.

Ahora bien, Luanda no es ninguna filósofa pero su teoría es la siguiente:

“El tiempo cabeza es el tiempo mental que tenemos disponible para crear, organizar y planear cosas. Uno cree que tiene prácticamente todas las horas del día para usar a su favor pero no, porque vas ocupando tu cabeza con tus quehaceres diarios, tus pendientes de la universidad o personales, las cosas que te preocupan, la película que querés ver pero no te acordás el nombre, etc. Todo eso resta tiempo cabeza y, al final, no tenés las 24 horas del día (bueno, digamos que dormimos 8, las 16 horas restantes) para crear o producir cosas.”

Entonces, lo que Luanda propone es hacerle caso a Locke y volver a dejar la mente vacía. Volver a nuestros orígenes.

Cuando estés inspirado/a/e, lo que te recomendamos hacer es, literalmente, vaciar tu cabeza, sacar todas tus ideas afuera.

Plasmar las ideas en un papel, todas, no importa lo grandes o pequeñas o disparatadas que sean. Anótalas todas.

  • Paso 2: crear un mapa de prioridades.

Como te contábamos, puede que durante la racha produzcas toneladas de ideas y puede que algunas no te sean especialmente útiles ahora. Entonces, lo recomendable es no descartarlas pero sí ordenarlas, para que podamos focalizar nuestra atención hacia lo que tenemos que hacer primero, las tareas que pueden hacerse en conjunto o que funcionarían mejor si fueran en paralelo.

Hay muchas formas de organizar tus prioridades. Podés separar “lo importante” de “lo urgente”, por ejemplo. Nosotros recomendamos que, antes de ponerte a trabajar con tus ideas nuevas, tengas bien en claro tus objetivos de negocio (o personales, por qué no). Ya sea que busques aumentar tus ventas, aprender a pintar, lanzar tu página web o tienda online y demás.

Luego recomendamos hacer una lista de las ideas que te conviene desarrollar ahora, las que me conviene postergar un poco y las que pueden funcionar mejor a futuro (en un plazo más largo).

Es decir, creemos que el mapa de prioridades funciona mejor si primero tenemos nuestros objetivos en claro. Recuerden dividir sus objetivos en:
Objetivos de corto plazo (entre 1 a 3 meses)
Objetivos de mediano plazo (de 3 meses a 6 meses)

Objetivos de largo plazo (entre los 6 meses y el año o más de año).

  • Paso 3: Calendarizar

Ahora que ya tenés tus objetivos definidos y un mapa de prioridades que no te va a dejar olvidar para dónde va tu negocio, es momento de calendarizar tus tareas/ideas.

No se salteen este paso, porque les prometemos que cuando estén en medio de una sequía de creatividad, lo van a agradecer un montón.

Vuelquen sus objetivos en un calendario. El de su preferencia. Pueden pegarse una cartelera en su casa hecha a mano. Pueden usar una agenda de papel.  A Luan por ejemplo le gustan mucho las herramientas visuales y a Maxi, las listas.

Luan les recomienda usar Google Calendar (podés poner recordatorios a tus tareas y asignarlas a diferentes colores) y Jamboard (es como una cartelera de post its virtuales). Ambas son de uso gratuito.

Maxi les recomienda usar Google Keep (podés armar listas de pendientes, compartirlas con otras personas, tachar lo que está hecho y activar recordatorios).

  • Paso 4: Presupuestar

Te estarás preguntando ¿qué tiene que ver la creatividad con fechas y números? Lo que pasa es que, antes de lanzarte a crear nada, tenés que saber si tenés los números de tu negocio en orden. No te sirve de nada tener la mejor cuenta de Instagram si eso no se traduce en ventas (los me gustas no pagan el alquiler). Tampoco te sirve vender un montón de cosas si el precio de tus productos está mal determinado y no estás ganando realmente. O que se te haya ocurrido LA idea para filmar una película y no sepas cómo financiarla…

Entonces, ordenar tus números te va a ayudar a saber si tenés “espalda” para hacer lo que querés hacer, por ejemplo: publicidad en Facebook y Google Ads; pagarle a alguien para que te ayude con tus redes; contratar un servicio de fotografía para mejorar las fotos de tu producto y  demás. Además recuerden las sabias palabras del amigo Peter Drucker: lo que no se mide, no se puede mejorar.

PD:  No te bajonees si los números dan mal, a todos nos ha pasado, y se puede mejorar corrigiendo gastos innecesarios, acomodando los precios, entre otras cosas. Es cuestión de analizar, medir y ajustar.

  • Paso 5: Crear

Esta es la parte más divertida del asunto y la más conocida porque, generalmente, todos arrancan por acá. Pero no se puede construir una casa empezando por el techo ¿no?

Lo bueno es que no vas a tener que completar los primeros 4 pasos todas las veces: una vez que ya los hayas hecho, vas a tener una guía actualizada que te va a permitir aprovechar tus rachas de inspiración para crear y producir cosas lindas y útiles.

Les prometemos que si dejan todo ordenado, van a poder aprovechar muchísimo mejor sus rachas y van a poder aprovecharlas,entre otras cosas, para:

-crear o mejorar tus productos

-Hacer imágenes o videos para tus redes

-Crear contenido nuevo

-Pensar promociones y ofertas que sean atractivas y te sirvan realmente

¡Y mucho más! Literalmente, no hay límites para lo que pueden lograr.

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